Silvestre Byrón on Tue, 22 Apr 2003 16:15:51 +0200 (CEST) |
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[nettime-lat] EAF - Campos Bañados de Azul en I-SAT |
Tercera Temporada EAF Campos Bañados de Azul en I-SAT Fuera de línea el cable repone el tele-film experimental Campos Bañados de Azul (Filmoteca 1971 - EAF 2001)interpretado por Juan José Navarro, Dora Malagrino, Miguel Riglos, Abel Darío, Martha Kott y Alejandro (canalcorto.com). Jueves 24 de abril a la 1:OO am (hora local argentina)Info: Romanella Lopreste/Prod.CORTOS I-SAT. Tel (5411)4546 8817 E-Mail: rlopreste@claxson.com Una tarde en marzo de 2000 en la confitería El Olmo, de Santa Fe y Pueyrredón. Con Diego Trerótola se grabó una entrevista para Film on line acorde a una punta periodística: Campos Bañados de Azul ¿un experimental queer?.- -El panorama de la industria del cine en la década del sesenta, aquí en la Argentina era muy cerrado. Por un lado estaba funcionando, aunque en forma completamente decadente, el sistema de estudios y de estrellas cinematográficos y de estudios y de estrellas televisivas. Pero decadente de una u otra forma. Era la imagen clásica burocratizada, institucionalizada. Donde se pasaba de un presunto primer cine de Enrique Carreras y de Fernando Ayala, a un presunto segundo cine de Manuel Antín o de Rodolfo Khun, a medio camino siempre estuvo cabalgando Torre Nilsson, y eso era todo el panorama. Lo demás era burocracia y censura. El Ente de Calificación Cinematográfica, primero Consejo Honorario de Calificación Cinematográfica, y estaba el Instituto (Nacional de Cinematografía) con un ambiguo régimen de subsidios y de créditos. Eso hizo imposible hacer cine dentro del contexto de lo que se entiende por filmar en el contexto de la industria del cine. Como opción, falsa opción, estaba la cuestión del tercer cine que era el político, que empezaba en esos años y que era el cine-liberación de Pino Solanas y Octavio Getino. Así que faltaba un cuarto cine que no hiciera síntesis con ninguna de estas formas y eso lo inventamos nosotros. Fue el descubrimiento de poder filmar fuera de los tres modos de representación, fuera de los dictámenes de la industria, la burocracia y la censura con bajo presupuesto, a nivel de paso reducido, con emulsiones reversibles y cosas por el estilo. Así se armó una cantidad increíble de talleres chicos. Especialmente en el área metropolitana, Capital y Gran Buenos Aires. No en el interior, eso no pasó. Y se armó lo que hoy es tenido como el cine underground. Mi experiencia empezó en el 67. En la primavera de ese año yo hice mi primera película que se llamaba La mufa o cómo gozar la crisis, que -curiosamente- todavía no he terminado. Ya fue nominada y eso, pero se la va conociendo según etapas de desarrollo. Va con la historia del país. Y la cuestión era organizarse en grupos pequeños. En ese año del 67 también se había inaugurado el Canal 2 de La Plata que era un fenómeno muy interesante para aquellos años. Ahora no dice nada pero en aquellos tiempos el 2 era un canal chico cuya imagen se veía en Capital y Gran Buenos Aires. Por ser una sociedad en formación se prestaba para experimentos cinematográficos. La obsesión de todos los estudiantes de la época era la de hacer una película en 35 m/m en blanco y negro, por supuesto, y estrenarla en el cine Atlas, como recambio. (Lo clásico era el cine Monumental, pero el Atlas pasó a ser algo así como la revolución). Estrenar en Lavalle y ser premiados en Europa. En Karlovy Vary, en San Sebastián. Ese tipo de cosas. Y mi idea era otra. Completamente distinta. Sortear la censura y la burocracia y prescindir de todo eso pretencioso de los festivaleros y los premios y esa cosa triunfalista donde cada cineasta de la época pensaba que salvaba al país con un premio. Eso no tenía público y mi interés era llegar al público. Yo venía de la experiencia teatral, de estar frente a un auditorio, y sabía a la perfección que era lo que emociona y que es lo que interesa al público y lo que no. Así que yo me dije: “Es cuestión de generar imágenes que no se parezcan en nada a todo lo que está en la parrilla, digamos, y buscar un medio completamente diferente”. Mi idea era la televisión. Cine para la televisión. Y que se viera vía satélite. Una traducción actual de eso sería, Cine vía Internet. En esa época, un canal chico de televisión con necesidades y con capacidad para eliminar intermediarios y reducir costos podía hacer esto posible. Filmar en 8 m/m por ejemplo. O 16 m/m. Mudo inclusive. Editando sobre el original de cámara. Reduciendo el costo al mínimo. Trabajando con pocos elementos. Con cine chico, con noticiero chico, con telenovela chica, todo en pequeño, hubiera sido factible -en ese momento- desarrollar una idea de cine completamente nueva. Eso fue lo que hicimos. Filmoteca se pensó para eso. Como una pequeña productora que pudiera hacer, experimentalmente primero, tele-films para luego entrar al comercio y a la industria casi artesanal de producción cine vía satélite. Lo que parecía muy descabellado en ese momento, hoy es cosa de todos los días. De no haber mediado la pesadilla del giro a la derecha de los setenta con la angustia que ocasionó Isabel Perón, el Lopezrreguismo y después el Proceso, hubiéramos hecho eso en ese mismo período histórico. Hubo que esperar hasta el retorno a la democracia y recién en la década del 90 se empezó a ver por cable lo que yo había pensado para un canal chico de televisión. La corazonada nuestra era correcta. -Campos Bañados de Azul es una de las primeras realizaciones y lo más logrado del tele-film experimental. -Esto tiene esta explicación. No es la primera película que hicimos. Creo que era la número dos. La primera era Narraciones Extraordinarias y la hicimos en el 69. Eran tres relatos de Allan Poe fundidos. La caída de la casa de Usher, Ligeia y El extraño caso del Sr. Valdemar resueltos con la técnica, los cortes de plano y el ritmo televisivo que, se pensaba, debían ser de tele-film. La cuestión era que estaban demasiado ceñidos al argumento. Muy narrativos. Parecían películas hechas por Murnau o filmadas en la UFA. -Si, mudo. Lo hicimos mudo. Con la idea de sonorizar sobre el tele-cine. Pronto descubrí que no era ventajoso esto de hacer cine narrativo. La televisión era narrativa. Las series norteamericanas lo eran y las telenovelas argentinas también. Había un exceso en esa época de narratividad. Así que pensé en hacer una cosa más abierta. Teatro de simbolismo. Hacer cosas más bien metafísicas. Juntar cine y literatura pero no argumentalmente, prescindiendo de la trama. Tomar el tema, pero no la trama. Campos Bañados... tiene esa singularidad. Está basada en una prosa poética de André Gide, autor de Los Monederos Falsos y de Sinfonía pastoral. Los alimentos terrestres era un libro que en esa época sintetizaba muy bien el ideal nuestro. Los muchachos de la época nuestra -yo soy de la guardia vieja, yo soy de antes- teníamos la idea de rajarnos de casa. Nos aburría la vida hogareña. Estar con mamá y papá y la tía. Era intolerable. No era un proyecto para nosotros. Que queríamos emborracharnos o drogarnos, queríamos sexo libre, vagonear, andar a las cinco de la mañana. Eso queríamos. Y no trabajar, por supuesto. Si había que trabajar se hacían changas para mantenerse y cosas así. En los Alimentos André Gide dice: “Familias, os odio”. Esa es la traducción de Losada. “Abandonen el hogar. Espiántense”. En esa época estaba el gobierno de Onganía. La idea original era del 69 y Onganía era todo lo contrario. El paradigma del joven argentino era el muchacho aplicado, que envejeciera burocráticamente en algún empleo. Católico, correcto, prolijo. Del hogar al casamiento y a formar familia. Ese era el paradigma del muchacho argentino en versión de la Revolución Argentina. Y nosotros teníamos la idea de otra cosa. Algunos venían del movimiento de los beatniks, otros se casaron con los hippies, otros no eran ni beatniks ni hippies, pero se habían juntado con los iracundos y cosas por el estilo. Otros como yo venían del campo del existencialismo. Nos juntamos varios muchachos así, descarriados, y pensamos en un proyecto como éste y lo hicimos. Los que hicimos Campos Bañados de Azul fuimos dos: Miguel Riglos y yo. Después nos juntamos con un montón de colaboradores: Juan José Navarro, que ahora lo estoy buscando por Internet, Abel Darío, Dora Malagrino, Martha Kott, este muchacho Alejandro y aunque no figure en créditos, estuvo en el estudio, Oscar Liceras. Me acuerdo de la ficha porque con estos cuatro tipos hicimos una gran película. -Si, si. Sin duda. Yo lo de André Gide ni me lo imaginé. -La frase, el título de la película, es de André Gide. Dos líneas que dicen : “¡Oh campos bañados de azul! / ¡Oh campos empapados de miel! / Las abejas vendrán cargadas de cera”. Todo está dirigido a un personaje hipotético que se llama Natanael. La idea era tomar el tema, no el desarrollo dramático. No es la historia de un chico que trabaja en una oficina y conoce una chica. O es el cantor de tangos que viene de la provincia y quiere triunfar y conoce una millonaria y hay un muchacho malo. No hay romance. No pasa nada. Sólo son frases. Sugerencias que está diciendo ese personaje y que es enteramente virtual. Y nosotros tomamos la virtualidad y alrededor le armamos un pequeño relato para hacer posible que el tipo después se raje de la casa. Sino lo único que se vería iba a ser al tipo yéndose. Tomando un tren. -Y la relación gay al final ¿viene por el lado de saber que Gide era gay? -Eso no fue tenido en cuenta. -Quizá no lo sabían. -Si. Si lo sabíamos. Nosotros sabíamos todo. Lo que pasa es que si hacíamos una película gay hubiéramos hecho un film gay. Cerrado. Gay cerrado. Y dogmático, posiblemente. Y eso no nos interesaba. Nosotros queríamos hacer un film open. Lo gay no cuenta como gay. Es más, es dudoso que sea gay. La película tiende más al sensualismo de la existencia. Al goce de la piel, a eso. -Experimentación sexual, casi. Si se puede ¿o no? -Pero tampoco erótico porque no pasa nada erótico. Ahora lo llaman tantra. Es una relación sensual, pelle a pelle, no busca el orgasmo. Es difícil de explicar fuera de contexto. -Yo creo que algo de eso, por lo menos, yo lo vi. Hay algo allí en películas donde como las de Paul Morrissey donde los personajes nunca buscan el orgasmo, donde el pene está flácido o no hay relación de vitalidad, ni nada. -En un film así sería inimaginable un desnudo frontal. Sería visualizar demasiado. -Objetivar demasiado. -El desnudo frontal es cosa que se hizo en otras películas. Pero no con temática como ésta, anti-erótica. Creo que todo el cine que hicimos era anti-erótico. Erótico de consumo, digo. -Si, si. Varias veces en Archivo Filmoteca y demás te referís al cine experimental y al cine absoluto. En otras cosas que yo leí tuyas. Lo que presentaste en el Área de Estudios Queer. Al Modelo de Representación Opcional. ¿Hay relación entre las tres? -Son cosas distintas que se armonizan entre sí. Por sí mismas. El MRO no es, a diferencia de los tres primeros, único. El MRO o es clásico o es moderno, pero es el modo de representación basado en una alternativa. Con fracturas o sin fracturas. Pero siempre parte de una base narrativa. El tercer cine está entre el MRP y el MRI pero siempre hay un discurso. O hay una cláusula ideológica o política. Oficialista o contestataria. De oposición. Pero siempre es un modo de representación. Con dos variaciones. Pero sin hacer síntesis. La singularidad del MRO es que no se trata de un modo único. Es opcional porque admite todos. Vos podés hacer cine documental dentro de la opcionalidad y prescindir totalmente del experimentalismo. Y podés hacer un documental experimental. Y podés hacer cine antropológico o cine gay experimental o no experimental, gay. O cine abstracto. Prescindir de la imagen, lo cual ya es ir muy lejos. Podés incluir sonido. Hay películas donde eso es todo. Estoy programando una escena de la película que estoy haciendo ahora (Scenes of the Rare, Porn-o and Cruel) donde se oyen tres versos del Canto Quinto del Infierno de La Divina Comedia de Dante. Es un speech que hace Francesca di Rímini. Y como la idea es hacer trabajar el audio acá, se abre la imagen en un rojo profundo hasta que termina el speech. Esa es la imagen. Una imagen no-imagen. Sin información. Mi idea es mía en mí. No es una imposición para nadie. Mi idea de lo experimental consiste en prescindir lo más posible de un argumento. Tener un tema y un mínimo relato que permita el desarrollo del tema prescindiendo de lo argumental. Y si hay algo argumental fracturarlo lo más posible. Elipsis. Ese sería el nombre del juego. La teoría del cine puro o del film absoluto, no es original mía tampoco, porque viene de los franceses. Consiste en llevar la imagen a su grado de pureza máximo. Es un poco como la filosofía jurídica de Kelsen que busca la teoría pura del derecho. ¿Qué quiere decir “puro”? Que no haya nada extra-jurídico. El cine puro o el film absoluto, que es lo mismo, es llevar al cine a su grado máximo de pureza de modo tal que no haya ningún agregado literario, filosófico, moralista o político, sino que la imagen sea la imagen misma. La flor que se abre en cámara acelerada o el aletear de un insecto en cámara lenta. La visualidad en su extremo máximo. La implosión del Albergue Warnes, por ejemplo. Ver como cae cuadro por cuadro. Hay un programa que se llama Escapes donde vos ves como se rompen coches, por ejemplo, y ver como salta un farol por un lado. Hicimos eso en Siempre en tus ojos, donde hicimos quemar muchas veces al Hindenburg. Todo concluye en esa gran palangana que es el el MRO. -Este apelativo ¿quién lo inventó? -La teoría de los modos de representación es de Noel Burch. -Al opcional no lo nombra. -No. No lo nombra. Cuando analiza la película de Michael Snow en el último capítulo (de El tragaluz del infinito) casi lo toca con la punta de los dedos pero no lo atrapa. No lo desarrolla. El concepto de la opcionalidad lo desarrolló en esa época, 1970-71, un muchacho de teatro que se llama Renzo Casali. Actualmente vive y trabaja en Italia. Él hizo una cosa muy importante aquí donde el teatro era la base pero el cine era parte de esa experiencia teatral en la llamada Comuna Baires. En San Telmo quedaba. En el pasaje San Lorenzo. Él había tomado la idea del Vieux Colombier. En París, Francia. En la rive gauche, en el barrio de Saint Germain existe la calle Vieux Colombier, “viejo palomar”, donde había un teatro muy chico con una salita de mala muerte donde Jacques Copeau, que fue uno de los fundadores del movimiento underground, entre el año 13 y el treinta y pico -fijate que durante la guerra, en ese teatro, en plena ocupación del ejército alemán, con la Gestapo y la SS encima, estrenan A puerta cerrada de Sartre- donde el director dice: “¿Por qué hacer realismo o simbolismo? ¿Porqué no hacemos lo que se nos dé la gana? Hagamos de esto o de lo otro. Nos van a odiar por no tener una línea editorial pero nos van a amar porque hacemos de todo”. Esa idea llevó a Casali a pensar en la opcionalidad. Él encontró esa palabra. “Teatro opcional”. Él dice: “El teatro independiente no es independiente porque depende de una ideología o de un grupo político. Entonces no es independiente”. Entonces pensó: “Bueno, pensemos en un tipo de teatro donde podamos ser libres para hacer lo que se nos de la gana y vivir como se nos de la gana; entonces pensemos en un teatro opcional; open. Donde uno pueda hacer su elección estética, artística o conceptual”. La idea de la opcionalidad entonces ya estaba presente antes de que Burch escribiera su libro. Lo único que hice, estudiando el tema, es ver que nosotros ya teníamos una solución. El principio de la opcionalidad. Como elección de todas las elecciones posibles. Entonces pensando un poco en que la elección es el proyecto, la cosa de Sartre, la idea de un teatro abierto, fuera de toda categoría, del Vieux Colombier de Copeau, juntando la experiencia de la Comuna Baires de Casali y la experiencia propia en Filmoteca, de no atarnos a un estilo específico -hicimos cine narrativo, no-narrativo, hicimos cómic, teatro filmado, cine rockero- entonces pensé: “Existe otro modo de representación, un tercer modo basado en la opcionalidad”. -Perfecto. Hubo una censura. Una copia de Campos Bañados de Azul que está censurada. -Si. -Obviamente antes de eso hubo una distribución. O cuando menos, ¿donde se pasaba? ¿Cómo llegó la censura? -La historia es bastante vulgar y prosaica. Campos Bañados... se estrenó el 14 de agosto del 71 en un instituto en plena peatonal Florida, y circuló en el circuito -curiosamente- por muy poco tiempo. Circuló en ese año 71. Para el 72 se sumaron los estrenos de otras películas y por un momento se guardó hasta el 76. Hasta entonces circuló fuera del control de la censura, de la policía y de los inspectores de Espectáculos. -¿En qué instituto? ¿Te acordás como se llamaba? -Si. Se llamaba Instituto Superior de Cine y Fotografía y tenía como nombre comercial Hi Photography. Le decíamos Hi Pho. Hubo otro grupo, Cinegrupo 13. De Paraguay y Florida. Se daba en lugares que ni siquiera eran cine-clubes ni nada. Lugares que se armaban para pasar un par de películas y desaparecían. Salas chicas que se atestaban de gente. Hoy no llenás una sala chica. Pero en esa época la gente se quedaba de a pie. Se aguantaba cualquier cosa. Pagada dos pesos de ahora, digamos, y pagaba para estar de pie. Eran salas llenas de humo. Había humo, pachuli y de todo allí adentro. En Puente Saavedra, en la calle Deheza, se habilitó un garaje. Los sábados por la noche. Había almohadones, gente en el suelo. La película se veía a través de una enorme nube de humo. Una asquerosa promiscuidad. No salía ni siquiera en los diarios. El rumor era boca-oreja. Vos estabas conversando y venía un tipo cualquiera y decía: “Che, están pasando tal cosa” y vos ni lo anotabas en la servilleta. Así se vio Campos Bañados de Azul en el 71. Después se guardó. En el año 76, en el mes de agosto, en plena crisis del estudio (Filmoteca), nos llegó la invitación de Mercedes B, provincia de Buenos Aires, que se presentaba como una plaza importante. Decidimos mandar un paquete de películas y entre éstas iba Campos Bañados... Debido a ciertas “sugerencias” que habíamos recibido en la Editorial Abril donde yo trabajaba todavía, circuló un documento de un militar que se llamaba Corti donde había Principios y Procedimientos a los cuales debían ceñirse los medios de comunicación masivos. Donde decía que no se podía poner esto, ni lo otro y cosas así. Y nos hicieron las sugerencias. Primero, que las películas nuestras no podían ir. Imaginate. En Campos Bañados de Azul un tipo mata a la madre, se raja y se va a dormir con otro tipo. -Demasida cosa junta. -Si demasiado para el Proceso. Entonces se dijo: “Bueno, se pasa la película y podemos perderla porque por ahí estos fanáticos la queman (no había copias), o sino la cortamos, la adecentamos un poco”. Esa versión existe actualmente. Figura en Siempre en tus ojos donde la podés ver en efecto estrobe y donde están claramente visibles los cortes. Es un interesante experimento de ver cómo se le cambia el sentido a una escena con una toma de menos. -Y otra cosa ¿el sonido era originalmente así o era muda? -Originalmente era sonora con diálogos convencionales. Con sincro. Desgraciadamente cuando se hizo en el 87... -¿Hasta entonces se proyectó muda? -No. Tenía un cierto sonido con cinta abierta. Pero en general se la pasaba muda porque era más fácil. -Pero en la cinta estaba el sincro. -Si. Era un poco al estilo de Muñequitas pintadas. No, ¿cómo se llamaba? -Muñequitas porteñas. -Eso, Muñequitas porteñas. No le dimos mucha bola a la parte sonora. En mudo era más efectiva. Hacía un impacto tremendo verla en blanco y negro, muda. -¿Sin música? -Sin música, tampoco. En el año 87 se convino hacer la reconstrucción de la película. La restauración. Se juntó un pedacito de acá, otro de allá. Era una cuestión heroica reconstruirla. Después de tantos años se había destruido. Las perforaciones estaban rotas. Reconstruir esta película fue un verdadero milagro. -¿Fue filmada en 16? -Originalmente se filmó en 16 pero como película de 8 y después se la subió a Super 8. Ese es otro milagro también. Ahora ya está en CD-ROM y la estamos preparando para Internet. Y hay posibilidad de colorizarle ciertas partes. La película se rehizo. Pero había un problema. La hicimos en color. Y todo estaba bárbaro. Pero surgió un problema. ¿Cómo hacer con los diálogos? Ya no estaban los actores. Tratar con nuevos actores a mí me producía una pesadez espantosa porque no era problema de costos sino de la calidad de los actores. No encontraba buenas voces ni actores que supieran decir, ni que supieran nada. Todos deformados por la televisión. Todos hablaban como hablan ahora en Los buscas. Era algo que no se soportaba. Y el sonido debía ser como se hablaba en el 71 no cómo en el 87. Entonces me dije: “Bueno, vamos a hacer una cosa heroica. Vamos a hacer un efecto extra-diegético. Vamos a jugar con la diégesis y vamos a darle una nueva dimensión a la película. Y un nuevo personaje. Ahora el director de la película, el autor, iba a ser otro personaje. -Un narrador. -Un narrador bastante prescindente. Dice: “Ahora viene el tío”. Hasta silba. Fue una cuestión de practicidad y buscándole cosas nuevas. Lo más probable que la cosa nueva ahora sea el color. -Hay una cosa que me interesa teóricamente. En general para vos un corto no se clausura en una materialidad, en un contexto, sino que vos incluís este corto en otros lados. Partes. Lo ponés en un nuevo contexto como Siempre en tus ojos. Hay una idea de que la imagen circula constantemente y que no contiene una cláusula específica concreta porque siempre está recirculada, resignificada. Eso es interresante porque pocos cineastas o videastas hacen eso. -Esa es la opcionalidad. En principio el campo experimental pasa por una definición casi platónica te diría. De que la imagen nunca termina. Un film experimental cerrado es falso. Eso le queda bien a una película con Leonardo di Caprio. A una película con Joe D’Alessandro, imaginarle un Drácula que cierre... Entonces no es auténticamente un producto underground. Lo underground es romántico, es platónico. Es el principio de la forma abierta. A eso me dirijo. Un film experimental cerrado es como decir: “Bueno, descubrimos una vacuna, nos vamos a casa porque se terminó todo”. Y esto no es así. Esa vacuna, lateralmente ha abierto un montón de caminos nuevos y va a crear nuevos problemas que amerita buscar nuevas soluciones. Que a su vez crearán nuevos problemas. Es una tarea sin fin. Campos Bañados de Azul es el film más reciclado porque también es el más abierto de todos. EAF/2003.- www.geocities.com/eaf_underground ------------ ¡Navegá y ayudá a un chico! Por cada usuario que se conecte a Internet con Yahoo! Conexión en abril, Yahoo! Argentina donará un plato de comida para un niño, a través de la asociación "Por los chicos". http://ar.online.yahoo.com _______________________________________________ Nettime-lat mailing list Nettime-lat@nettime.org http://amsterdam.nettime.org/cgi-bin/mailman/listinfo/nettime-lat